El proyecto ganador titulado “La Banca del Mundo” propuso la construcción de una banca de 35 metros de longitud, desarrollada en base a la reutilización de materiales desechados tras el término de exposiciones previas y será construido en la ciudad de Venecia.

Un equipo de jóvenes de la Escuela de Arquitectura, liderado por el egresado Alexis Olivares, obtuvo el primer lugar de la competencia «A Bench in Venice» en el marco de la 17 º Bienal de Arquitectura de Venecia. Esta victoria permitirá que el proyecto local titulado “La banca del mundo”, sea instalada durante el verano en dicha ciudad, lo que será un legado tangible del trabajo del equipo UTEM y un hito en las carreras profesionales de los involucrados.

La convocatoria dirigida a estudiantes de todo el mundo, fue lanzada por el Pabellón Nacional de Emiratos Árabes, curado por Wael al Waren en conjunto con el Curator´s Collective, en el contexto del evento más importante en el rubro de la arquitectura, la Bienal de Arquitectura de Venecia. Este concurso buscaba proyectos que reutilizarán materiales, que tomaran en cuenta los desafíos de la profesión y que se adecuaran a las exigencias que ha traído la pandemia.

En ese sentido, Alexis Olivares, egresado UTEM y parte del equipo desarrollador del proyecto, cuenta que fue una convocatoria rápida, tan solo de un mes, y “nos enteramos porque nos encontramos trabajando en varias convocatorias y queríamos estar al tanto de la mayor cantidad de concursos posibles…mi compañero de equipo me comentó sobre esta oportunidad y llegamos al acuerdo que si aparecía una buena idea, participaríamos y así fue”.

En cuanto al proyecto, Olivares señala que “tomamos las exigencias y desafíos que planteaba la convocatoria como base para la creación del proyecto”, utilizando estas restricciones como el ancla de la construcción del proyecto y que a la larga sería un factor clave en la obtención de la distinción máxima.

El anuncio de los ganadores y el orgullo UTEM

Luego del envío del proyecto para participar y debido a la naturaleza de la convocatoria, el equipo UTEM debió esperar dos semanas para conocer los resultados.

Alexis Olivares cuenta que dos días antes del anuncio de los ganadores, fue contactado por la organización del concurso y “me pidieron confirmar algunos datos y me preguntaron a qué institución pertenecía. En ese momento no quise ilusionarme porque creí que era un procedimiento estándar y general”. Pero dos días después de ese primer contacto, el equipo recibió la confirmación de la obtención de primer lugar y que su proyecto sería construido en la reconocida ciudad italiana de Venecia.

“Recuerdo haber ido en la calle y recibir este correo con la noticia que habíamos ganado…En los primeros párrafos decía que nuestro proyecto se construiría…Comencé a llamar a diferentes personas, amigos, familiares, y posteriormente incluso a la directora de mi carrera”, comentó.

Al ser consultado por el impacto que ha tenido la UTEM en su formación, Olivares señaló tener un vínculo estrecho con la casa de estudios, debido a que fue ayudante hasta hace pocos meses. Asimismo, destacó la juventud de la Escuela de Arquitectura, que según su opinión es un punto clave en su formación porque “aunque la juventud se vea como una debilidad en el rubro, esa misma juventud nos permite tener menos vicios y mucha energía de parte de las/ los profesores, investigadores y estudiantes”, finalizó.

Por su parte, la directora de la Escuela de Arquitectura, Bárbara Hernández, señaló que “este premio es un orgullo para nuestra Escuela, porque confirma que el proceso de formación del arquitecto UTEM está al más alto nivel, y confirma que la carrera está creciendo y avanzando en el camino correcto”. De igual manera, Hernández destacó que “el trabajo en equipo de estudiantes recién egresados con los que aún están en pregrado, genera una sinergia y aprendizaje entre pares que es muy relevante y beneficioso, y el que sea un proyecto que se enfoca en un buen diseño y con materiales reciclados, que abarca el uso tanto colectivo, como individual de la banca del mundo, destaca los tres sellos de la carrera: lo social, lo ambiental y lo tecnológico”.